sábado, 3 de octubre de 2009

vacanze en Italia




El tren me llevó este verano desde Galicia a Italia. Un largo y estupendo viaje que realicé en compañía de tres sobrinos que descubrieron por primera vez lo que es viajar en un convoy de largo recorrido.
Así que, nos hicimos dos mil kilómetros y amanecimos en Milán. Al poco ya rozábamos el cielo paseando por los tejados de Il Duomo. Unas horas más tarde yo hacía un sueño realidad y me compraba un auténtico “Borsalino” en la capital europea de la moda...
En Italia viajas en el tiempo continuamente y te imaginas , a tu manera, el pasado.
Y, es que, no puedes dejar de evocar otros tiempos si te estás tomando un capuchino en el Florián, en Venecia y observas los frescos de las paredes que son los mismos que contemplaba Vivaldi cuando acudía allí por las tardes.
En Vinci, en la casa de Leonardo, en el corazón de La Toscana, no puedes dejar de imaginar que el valle que se abre a tus ojos es el mismo que en otro tiempo vio el gran genio italiano.
En Florencia te preguntas como se sentiría Miguel Ángel cuando concluyó “El David”.porque tu no puedes dejar de quitar los ojos de él .
Una vez en Roma, después de visitar todo lo que se puede visitar en La Ciudad Eterna y extasiarte con tanto arte, lo que más te gusta , y no sabes porqué, es acudir cada noche a la Fontana de Trevi donde Fellini filmó la famosa escena de la Dolce Vita.
Algo parecido sucede con las escaleras de la Plaza de España .Sentarte allí es como participar de extra en una película. Da la sensación que en cualquier momento aparecerán Gregory Peck y Audrey Hepburn disfrutando de sus “Vacanze Romane”.
Es tan sólo una pincelada de lo que fueron unas vacaciones felices que tuve la suerte de compartir con mis sobrinos de 19, 18 y 13 años.
Ahora, a principios de octubre, el viaje a Italia es un montón de recuerdos que se mezclan como lo hacían las miles de máscaras que nos observaban desde los escaparates cuando paseábamos por el barrio veneciano de Rialto.