miércoles, 24 de junio de 2009

Canción para Ja


Esta es una canción
Que yo, hoy te regalo
Es un abrazo de mi voz
Cuando no esté a tu lado.

Comienzo con un Do
Para enviarte esta balada
Seguida de un RE
Me sabe a mermelada.

Y trepo por la escala
DO, RE, Mi, FA,
Hago vuelo delta, sin ala
Sentado en el sofá

MI, FA, SOL, LA
Va surgiendo la melodía
DO, RE, MI, FA,
Mejor le pongo la cejilla.

Con un acorde menor
Sigo por la escala
No utilizo el ascensor
Cuando toco la guitarra.

Es un abrazo de mi voz
Cuando no esté a tu lado
Es una canción,
Hoy cumplo trece años.

Es un abrazo de mi voz
Cuando no esté a tu lado
MI, FA, SOL, DO
Y la convierto en un fado.


martes, 23 de junio de 2009

SINTRON ni son


“Que culpa tengo yo de tener un corazón que haya amado tanto…”

Es el estribillo de una canción que mi padre le cantó a su médico de cabecera al que fue a pedirle una segunda opinión sobre la conveniencia de tomar SINTRON recomendada por el cardiólogo que le dijo que la cosa no pintaba bien.
Ante su respuesta de que se lo iba a pensar, el médico le respondió que no tenía un mes.
De esto hace casi una semana y todavía no se ha decidido. Así que, los que le queremos estamos en vilo porque no comprendemos que se niegue a tomar una pastilla.
Mientras tensa la cuerda, tenemos que escuchar todo el repertorio de humor negro que tiene, que es mucho, y además reírnos.
Entre otras cosas dice: “si hay que morir se muere” y añade,”claro que lo que más me jodería es que vuestra abuela, (su suegra de 96 años) me sobreviva”. “La caja con cristal por arriba y por abajo” para que se me vean las dos caras” nos espetó hace un par de días, en plena comida familiar.
-¿Cómo estás papá? Aquí, que ya me queda poco.

A última hora de ayer me aseguró que hoy iba a lo del SINTRON. Deseo con todo el alma que lo haga.
Mi padre tiene 76 años, y yo le sigo viendo joven y guapo.



sábado, 20 de junio de 2009

Vigo capital, Pontevedra.


Desde hace quince años que vivo en la ciudad de Pontevedra solamente he visto a sus gentes manifestarse en masa en dos ocasiones. En las dos el lema era “la defensa de la capitalidad”. Una falacia porque esa capitalidad no corre peligro alguno. Pero cuando aparece de fondo la palabra Vigo, los ciudadanos pontevedreses se echan a la calle para tratar de influir en la marcha de los acontecimientos.
Siempre es por lo mismo. Por la adjudicación, por parte de la Administración, de algo a la ciudad de Vigo que los pontevedreses opinan que debería ser para la capital.
Y es que las gentes de Pontus Véteris tienen una rivalidad visceral contra la ciudad olívica , por cierto no correspondida, que solamente se puede entender como un complejo de inferioridad que arrastran desde no se sabe cuando.
Pontevedra que creció poco, (setenta y ocho mil habitantes) es perfecta para residir en ella. Dicen que es una ciudad de funcionarios, (debe ser por lo de la capitalidad). Lo cierto es, que es una ciudad bella y con una calidad de vida impresionante que quizás los pontevedreses no saben apreciar en su justa medida.
Hay que recordar que, en 1957, hubo también una gran disputa con Vigo. Las dos ciudades compitieron por la ubicación de la Empresa Nacional de Celulosa. Ganó Pontevedra. Hace unos días, tan sólo, unos cientos de personas volvieron a manifestarse contra esta industria altamente contaminante.
Pero ayer, cuarenta mil Pontevedreses, (la mitad de la población) protestaron porque la Xunta va a establecer una delegación en Vigo. “El atentado más claro contra la capitalidad”. También matizaron, todo hay que decirlo, “no tenemos nada contra Vigo, con la que estamos destinados a convivir…”
Me parece que a Vigo , y a mí, todo esto nos importa un huevo.

sábado, 13 de junio de 2009

¡Mamáaaaaaaaa!


¡¡Pum, pom, pum, pum pom,pum pom!!.
!!Pum,pum, pom!!
Golpeaba tan fuerte que retumbaba toda mi caja torácica. Sentí pánico por la amenaza de algo que no podía controlar. Un mal sueño.
Un mal sueño en ese estado de duermevela en el que no todos los sentidos duermen. En este caso el oído. Así que mi corazón se agitó por algo que escuchaba mientras dormía. ¡¡Pum, pon,pum,pum, pom…!! Advertía este músculo asustado… ¡¡Pom,pom, pom pum!!, llamaba. Y por fin le oí y sentí la amenaza, algo grave acechaba y vigilaba mi sueño cuando no podía defenderme.
En otro tiempo hubiera gritado ¡Mamáaaaaaaa!. Y mamá hubiera saltado de su cama para ver que pasaba. (Algo tienen las madres que con tan sólo su presencia son capaces de calmar los temores más intensos).
Sin embargo mi subconsciente sabía que mamá no acudiría. Así que optó por gritar:
¡Canela!.
Y mi perra atravesó ese espacio de la nada que nos separa de la muerte. La oí correr por el pasillo, llegar a la puerta de mi habitación y desde allí pegar un salto hasta mi cama y acurrucarse a mi lado. El músculo del corazón recuperó su ritmo. Ya calmada y viendo lo fácil que resultó que acudiera Canela, llamé a Lúa que asomó su cabeza, se detuvo un instante mirándome, como sólo saben mirar los perros, y con un saltó ágil se colocó junto a mí.
Así arropada amanecí hoy.

La imagen corresponde a un cuadro de Gustav Klimt