martes, 9 de noviembre de 2010

Sinatra canta en el cielo


Perdidos en minutos infinitos
Tan solitarios como aquel abrazo
No me dijo tiernamente
No te vayas de mi lado.

Un bolero se abrazaba a mi cintura y mis caderas
Mientras mi corazón callaba
“vendré siempre que tu quieras”

Y Sinatra canta en el cielo
“la Chica de Ipanema”.

Perdido en un sueño tuyo
Me estrujaba la cabeza
El influjo de la luna
No dejaba de dar vueltas

Y Sinatra canta en el cielo
“La Chica de Ipanema.

Te regalo ahora este verso
Solitario como aquel abrazo
Te envío con el un beso
Que no devolverán tus labios.

Un bolero se abrazaba a mi cintura y mis caderas
Mientras susurra Sinatra “The girl of Ipanema”

lunes, 1 de noviembre de 2010

Entre fantasmas


Se adelantó unas horas y al contrario de otros fallecidos, ella, vino la víspera de Difuntos. Tres años después de su tránsito aquella a la que tanto quise vino a verme para tan sólo darme un mimo en forma de abrazo. Así que la percibí, durante unos instantes, invisible a mi lado. Después, tan sólo, se dejó ver en el momento en que sus brazos me rodeaban.
Mi tía Chica, a la que le faltaba una mano, siempre supo envolverte de una forma especial. Lo hizo siempre de la misma manera que cuando eras una cría. Apretándote entre sus brazos con risas inolvidables. De este mismo modo, ayer, lo repitió. Y yo, además de sentir su mano derecha y el muñón de la izquierda en mi espalda, advertí que ella estaba extraordinariamente feliz. Solamente no recordaba nada de su último día entre nosotros. Y yo no se lo dije.