jueves, 12 de febrero de 2009

El campo desde la ventana


Había noches de verano extrañamente calurosas. Noches de ventanas abiertas por donde entraba el olor a hierba, y a las vacas y bueyes de doña Enriqueta que dormían en sus cuadras apenas a cien metros de nuestra casa…
En esas noches imposibles de conciliar el sueño salíamos, después de cenar, con mantas viejas a tumbarnos sobre la hierba.
Mientras los mayores charlaban de sus cosas, nosotros, los pequeños permanecíamos escuchando el canto de los grillos y atentos al cielo jugando a contar estrellas a pesar de que decían que si las contábamos nos saldrían verrugas. Así panza arriba permanecíamos en el mismo sitio donde por la tarde había estado la ropa al clareo.
El primero en bajar era Enrique, nuestro vecino de enfrente. Enseguida, Margarita, su mujer y sus hijos Ana y Enriquito. Yo estaba atenta desde la ventana para ver quien bajaba y quien no.
-¿mamá vamos a bajar hoy?
-Veremos que dice tu padre.
-Enrique ya está.
Ahora pienso que Enrique, que trabajaba, creo que en Barreras, debía llegar agotado. Probablemente buscaba tirarse en la hierba para descansar de una jornada de trabajo supongo que dura .Quizá tumbado bajo los estrellas sus pensamientos volaran hasta Montevideo donde estuvo durante unos años, no muchos. Yo siempre asocié la capital uruguaya a Enrique.
Vivíamos en el número cuatro de la calle Fresno. Un edificio de bajo y dos plantas que albergaba a ocho familias. En la parte trasera de la casa se extendía aquel campo de hierba y de sueños. Más allá, más campo. Después la Peña Rachada y el río Lagares. Al fondo y cerrando el paisaje de este cuadro, los montes Galiñeiro y Alba.

Los últimos minutos de la película “Avalon” de Barry Levinson me trajeron a la memoria este momento de mi infancia que creía perdido…

4 comentarios:

Gato Negro dijo...

Son esas pequeñas cosas de la vida... ahora ya no se puede tumbar en la hierba si no tienes una casa. A veces me gustaría haber nacido en vuestra época, para disfrutar de las salidas a la calle sin coches ni accidentes. Quixen ser un neno dos sesenta...

condado dijo...

¿Veis la Luna? ¿Qué lejos? En el año 2000 todos podremos ir allí, en un tranvía ¿veis? una vía que atravesará esas nubes y casi en línea recta...

Gato Negro dijo...

Lolinha e Bethoveen xa están no meu blog!

Maria la Portuguesa dijo...

Ya te dije que soy mas disciplinada para escribir que para llamar.Aqui estoy, con un teclado que no tiene acentos. Desde mi ventana veo un trozo de cielo, un trozo de monte, un trozo de edificio emblematico y un cruce de carreteras. Todas mis pasiones en un solo plano.Ayer recorde una buena historia con un gatito negro, negrisimo. Se la contare al Gato Negro cuando regrese...