sábado, 16 de mayo de 2009

Huesos


Con los huesos de mi mano un collar
con los de mis pies una pulsera.
A modo de guarda besos, utiliza mi calavera.

No sé si será un placer heredar
un peroné y una tibia
pero si te los quieres quedar
añado también mi rodilla.

Con el ileón, isquión y pubis de mi cadera
puedes hacerte remero.
Mira que soy zalamera
cuando te regalo un velero.

Tengo para darte una treintena de alcayatas.
Son puñales infernales.
Son mis vértebras cervicales
que se subastan baratas.

Pero para hacer música, mis veinticuatro costillas
Incluyo las dos flotantes
Puedes entrar a hurtadillas
por escalas delirantes.

Mis huesos del oído
llévalos en bandolera.
Martillo ,Yunque y estribo
para cantar una habanera.

Húmero, cubito y radio multiplican los abrazos
Guárdalos sin algodones
Y no olvides echar un vistazo
A los huesos escafoides
Dentro de mis zapatos de tacones.

Ya me parece bastante regalarte mi esqueleto
Así que a falta de huesos
Dejo el poema incompleto.

La imagen pertenece a Kostnice (Capilla de los Huesos) en la ciudad medieval de Kutna Hora a 80 km. de Praga.

6 comentarios:

Gato Negro dijo...

Perfecta para un examen de biología. Genial, besos.

Unknown dijo...

Siempre he creído que la belleza real está en los huesos. Unos buenos huesos pueden con todo. Con las arrugas de la piel y las del alma.

Un abrazo fuerte

Escarabajo y Escararriba dijo...

Me gustó mucho la idea de dejar de herencia tus propios huesos. O sea, ya tienes claro que no quieres que te incineren.
Con los míos tambien me gustaría que hiciesen algo, como por ejemplo jugar a las TABAS en el barrio de San Roque delante de la casa de Fina la gorda

condado dijo...

Los dejarás rellenos como los de santo o tendremos que hervirlos para chupar el tuétano?
(nótese que todos hablamos como si fuésemos a morir más tarde)

Candela dijo...

Toco madera ante vuestros comentarios.

Jose Antonio Lagar dijo...

El caso es que siempre me dieron un poco de envídia aquellos que de tan flexibles parecían tener los huesos de goma.
Y como dice mi portuguesa favorita de "San Roque" no puedo evitar volver la mirada cuando se me cruza un buen "esqueleto" como el tuyo Candela.
De todas formas espero que mi alma tenga también otro sustento que mi pobre saco de huesos.