martes, 23 de junio de 2009

SINTRON ni son


“Que culpa tengo yo de tener un corazón que haya amado tanto…”

Es el estribillo de una canción que mi padre le cantó a su médico de cabecera al que fue a pedirle una segunda opinión sobre la conveniencia de tomar SINTRON recomendada por el cardiólogo que le dijo que la cosa no pintaba bien.
Ante su respuesta de que se lo iba a pensar, el médico le respondió que no tenía un mes.
De esto hace casi una semana y todavía no se ha decidido. Así que, los que le queremos estamos en vilo porque no comprendemos que se niegue a tomar una pastilla.
Mientras tensa la cuerda, tenemos que escuchar todo el repertorio de humor negro que tiene, que es mucho, y además reírnos.
Entre otras cosas dice: “si hay que morir se muere” y añade,”claro que lo que más me jodería es que vuestra abuela, (su suegra de 96 años) me sobreviva”. “La caja con cristal por arriba y por abajo” para que se me vean las dos caras” nos espetó hace un par de días, en plena comida familiar.
-¿Cómo estás papá? Aquí, que ya me queda poco.

A última hora de ayer me aseguró que hoy iba a lo del SINTRON. Deseo con todo el alma que lo haga.
Mi padre tiene 76 años, y yo le sigo viendo joven y guapo.



2 comentarios:

Gato Negro dijo...

¿Quién se va a sentar en la mesa y decirnos que le demos al botón de la trucha? ¿Quién nos va a contar las historias "Tirabolas, balines y cartuchos"? Y, sobre todo, ¿quién va a gastar conmigo el vale que le di por un día de pesca con su nieto? Como todo nieto de su abuelo, le quiero y me preocupo por él. Un besazo.

condado dijo...

Tranquilidad en los graderíos, es un problema de sintronización solamente, en este pueblo no nos sobra ninguna persona, eh?