viernes, 14 de agosto de 2009

Mi pie izquierdo


Se aburría soberanamente. Tanto rato debajo de la mesa mientras ella tecleaba en el ordenador no lo podía soportar. Era tedioso. Lo sabía por experiencia. No era la primera vez, ni sería la última, que se veía confinado a estar allí abajo mientras veía como sus ansias de salir a pasear por las calles se esfumaban. Así, que como la cosa parecía que iba para largo, decidió echarse una pequeña siesta que resultó al final más profunda y larga de lo que en un principio había previsto. Ni por un momento se le ocurrió que pudiera pasar lo que pasó.
Sucedió muy rápido. Sintió un hormigueo. Ese hormigueo tan conocido con el que solía despertarse y es que ella por fin dejaba el ordenador y se levantaba.
Por primera vez desobedeció una orden y no quiso despertarse. El castigo fue inmediato: Dos zancadas arrastras, retorcimiento del músculo períneo, edema maleolar y ella al igual que él, que para entonces ya estaba totalmente despierto, tirada en el suelo.
Ahora, aunque sigue aburriéndose, va desde un almohadillado cojín a un confortable sofá, pasando por una cómoda cama. Aunque descansa placidamente el pie izquierdo ha jurado no volver a quedarse dormido.

5 comentarios:

Fernando dijo...

...qué bueno es pasear y sobre todo si la temperatura es agradable. Pasear, pasear, aunque sea con unas zapatillas singulares y radiográficas. Hoy, paseamos horas y horas...con el pc por los infinitos mundos de la información y el entretenimiento, pero caminamos menos con los pies. ¿Nos roban las nuevas tecnologías el placer de andar?

Candela dijo...

Hola Fernando, ciertamente, las nuevas tecnologías nos roban algunas paseos pero también nos dan el placer de acercarnos en un instante a aquellos que están a larga distancia. Todo es compatible. Yo me regalo caminatas cerca del mar a primera hora de la mañana sintiendo ese frescor del día que te despeja hasta el alma. En tu tierra también tuve el placer, no hace tanto, de pasear muy temprano y me perdí por calles estrechas que me llevaron hasta las murallas. Después mientras tomaba un café observé como refrescaban la Plaza Mayor mientras abrían los puestos de periódicos y Plasencia iba poco a poco despertando.

Gato Negro dijo...

¿Te sigues moviendo teniendo un martillo por pie? Enchufa la tele, mira Vacaciones en Roma y descansa.

Unknown dijo...

¿ retorcimiento del músculo períneo, edema maleolar, un martillo por pie ...?

No me suena a paseos ni a vacaciones

Jose Antonio Lagar dijo...

Algo me suena de todo eso, amiga Candela, y curiosmente a ambos nos atacan por la izquierda, debe ser nuestra debilidad, te ruerdo que fué mi riñón izquierdo el que se negó a continuar más horas en el ordenador.
No será que esta pandilla que tanto paseaba por el Norte de Extremadura necesita un nuevo encuentro en algún sitio mágico, para volver a sentirnos plenos, quizá Lisboa donde seguro que nuestra María la Portuguesa podrá ejercer de guía y de corresponsal, si hiciese falta...
Espero que dejes de hacerme la competencia cuanto antes, besos...