

Estuvieron llenas de suculentas fresas que saborearon otras bocas.
Y cuando se acabó el contenido quedó el continente.
Ahora una guardará sales de baño, frascos de colonia, jabones…
Y la otra ramitas de espliego, sueños, laurel y romero…
Lo mejor de todo es que me acordaré de ti cada vez que las vea.
Lo que nadie quiere, a veces a otros, nos parecen pequeños tesoros.
Y cuando se acabó el contenido quedó el continente.
Ahora una guardará sales de baño, frascos de colonia, jabones…
Y la otra ramitas de espliego, sueños, laurel y romero…
Lo mejor de todo es que me acordaré de ti cada vez que las vea.
Lo que nadie quiere, a veces a otros, nos parecen pequeños tesoros.
4 comentarios:
Seguramente alguien espera tener la misma suerte que esas cajas...
Te han quedado preciosas.
Sidrina
Transformar para embellecer, asunto de artistas.
Aquellas pequeñas cosas, así de simple.
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